Ya se ha vuelto común decir que el Estado y su acción están en recomposición en la medida en que éste experimentaba una tendencia declinante en  su capacidad para orientar las políticas públicas, desde hace unos 20 años. Sin embargo, el Estado permanece como un actor importante del Policy Making. Por lo menos se puede decir que el Estado ha perdido parte de su autonomía de acción. El Estado vive así una concurrencia creciente en la construcción de las políticas públicas, que lleva a una recomposición de su acción y de su intervención. Está de hecho en concurrencia, con diversos actores e instituciones:

• Con los mercados y los actores privados que parecen relegarlo en un rol de acompañante más que regulador ;
• por nuevos actores ansiosos de entrar en política y de hacer valer sus lógicas de acción y de representación del mundo –(ONG, organismos internacionales de certificación de productos, redes de técnicos o de peritos),
• por las dinámicas territoriales endógenas  que multiplican las particularidades de regulación a diversos niveles. Los trabajos sobre ese tema tienen que ver principalmente con : i) las colaboraciones entre actores públicos y privados, ii) los instrumentos de contractualización de las políticas,
• la recomposición de las profesiones del Estado y los nuevos oficios de la acción pública territorial ;
• los « regímenes parciales » de acción pública y el rol de las coaliciones y redes de políticas públicas.